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Creative Spirit ayudó a Big Thought a replantear la programación de verano en 2020

Creative Kits Antes de 2020, la programación de verano de Big Thought tenía una estructura establecida. En otoño comenzaba la planificación del verano y los equipos utilizaban manuales de estrategias de años anteriores para completar las complejas capas de tareas y responsabilidades necesarias y así ofrecer programación a más de 75,000 jóvenes cada verano. Sin embargo, el verano de 2020 fue una experiencia completamente nueva en todo sentido.

Tuvimos que ser creativos.

Y la creatividad es a lo que nos dedicamos en Big Thought. Entonces, cuando vislumbramos que este verano iba a ser completamente diferente a los anteriores, nuestros equipos comenzaron a desarrollar su creatividad para generar estrategias que procuraran que los jóvenes de Dallas tuviesen acceso a programas de aprendizaje de gran calidad durante todo el verano.

Primero, escuchamos.

A inicios de abril hicimos una encuesta entre jóvenes y padres de estudiantes de nuestros programas para conocer más sobre las dificultades que estaban enfrentando y sus necesidades más urgentes. Los jóvenes informaron sobre el nivel de estrés e incertidumbre que sentían en relación con sus familias y amigos y las dificultades al tener que compartir tabletas y computadoras portátiles entre varios familiares para poder mantenerse al día con el trabajo escolar. Igualmente, los padres informaron altos niveles de estrés por la salud y el bienestar de sus familias e inquietudes sobre cómo ayudar a sus hijos con el aprendizaje en casa.

Cuando determinamos que probablemente no sería posible ofrecer nuestras opciones tradicionales de verano, en mayo, Big Thought estableció alianzas con otras grandes organizaciones sin fines de lucro que atienden jóvenes a fin de obtener información de las familias sobre sus mayores necesidades y deseos para la programación de verano. Más de 1,100 familias de 115 códigos postales del área metropolitana de Dallas respondieron la Encuesta sobre necesidades familiares para el verano. Las respuestas se compartieron con organizaciones sin fines de lucro aliadas en un Ayuntamiento Virtual ampliado y surgieron diálogos de seguimiento sobre cómo las organizaciones colaborarían para desarrollar nuevas capacidades para satisfacer necesidades, inquietudes y expectativas de las familias mientras nos acercábamos al verano.

Los programas de Big Thought se ofrecieron de diferentes maneras durante el verano:

  1. SEL Dallas Lets Read SulweProgramación sincrónica virtual – Ofrecimos muchos de nuestros programas para jóvenes en vivo y en tiempo real. Para los estudiantes de primaria, nuestros especialistas de aprendizaje social y emocional (SEL) crearon un club semanal de libros en el que se podían inscribir jóvenes y familias para hacer lecturas conjuntas con preguntas. Para las niñas de la escuela intermedia, ofrecimos el Citi Tech Camp, un campamento de una semana de duración en el que expertos de Citi® le enseñaron cómo hacer un sitio web. Para los estudiantes de la escuela secundaria, ofrecimos orientación en The Fellowship Initiative y exploración artística en grupos pequeños con artistas profesionales en Artivism.
  2. Programación asincrónica virtual – A sabiendas de que algunas familias prefieren experiencias al estilo “por demanda”, Big Thought cambió su plataforma Dallas City of Learning para destacar más experiencias en línea que denominamos Exploraciones Digitales. Big Thought replanteó muchos de sus más queridos planes de estudios presenciales para transformarlos en modelos para ser utilizados de manera independiente o con la orientación de la familia o de videos pregrabados. También trabajamos con docenas de organizaciones sin fines de lucro y compañías locales para incorporar sus experiencias de aprendizaje en la Exploraciones Digitales, lo que facilitó el proceso de búsqueda y acceso a oportunidades de aprendizaje en línea para jóvenes y familias al concentrarlas todas en un solo sitio localizable.
  3. Creative Solutions kit prepModelos híbridos – Sabemos que a los jóvenes les encanta el aprendizaje práctico. Desarrollamos varios kits de actividades que combinan hacerlo de manera independiente o con la orientación de la familia a través de experiencias en línea sincrónicas y asíncronas. Estos programas se les ofrecieron a los estudiantes de primaria a través de Thriving Minds y SOARS, y a los adolescentes a través de Creative Solutions.
  4. Programación presencial – Dado que muchas de nuestras familias indicaron ser trabajadores esenciales, Big Thought quería ayudarlas ofreciéndoles oportunidades de cuidado infantil. Al inicio del verano, Big Thought hizo una alianza con el Distrito Escolar Independiente de Dallas y Child Care Group para poner en funcionamiento un centro gratuito de aprendizaje para los hijos de trabajadores de la salud en 3 de las organizaciones de salud más grandes de Dallas. Luego, Big Thought hizo una alianza con el Museo Afroamericano para ofrecer un campamento presencial de tres semanas de duración para estudiantes de primaria.

Aunque el equipo de Big Thought ofreció muchas oportunidades de aprendizaje innovador para jóvenes en el verano de 2020, también tuvo que desarrollar su capacidad de resiliencia y sensibilidad durante la temporada.

  1. Debemos incluir el aprendizaje social y emocional en todo lo que hacemos. Los jóvenes han enfrentado meses de inestabilidad y oportunidades limitadas para poder interactuar de manera significativa con sus amigos y red más amplia de adultos de confianza. Los jóvenes también tuvieron que enfrentar conmoción, confusión y dolor del trauma que sufrieron cuando durante el verano siglos de racismo pasaron a primer plano. Finalmente, el efecto de la COVID-19 y el trauma generado a partir de la raza representan obstáculos adicionales que deben enfrentar los jóvenes de las comunidades más marginalizadas. Los jóvenes necesitan oportunidades para aprender a comprender sus emociones, manejar el estrés y conectarse con los demás. Ahora más que nunca, los programas deben generar oportunidades para que los jóvenes desarrollen sus habilidades sociales y emocionales y su bienestar.
  2. El estrés de la pandemia dual afectó a nuestro personal de la misma forma que afectó a los jóvenes y a las comunidades. Mientras nos preocupábamos por las necesidades sociales y emocionales de nuestros jóvenes, también teníamos que preocuparnos por las necesidades de nuestro personal y sus familias. Creamos espacios nuevos y oportunidades en las que nuestro personal podía interactuar, apoyarse entre sí y construir comunidad virtualmente. Se estableció el Día de la Emancipación (Juneteenth) como un día festivo anual de la organización y le ofrecimos a los miembros del equipo un día de salud mental en junio para ayudarlos a sobrellevar su propio estrés.
  3. La tecnología representa tanto una oportunidad como un desafío. Aunque algunos jóvenes, familias y miembros del personal hicieron la transición al entorno de programación remota con facilidad, otros enfrentaron dificultades importantes. Dallas ocupa el último lugar en las ciudades con la “peor tasa de conexión” y las áreas de la ciudad con menor acceso a conexión inalámbrica son con frecuencia las áreas más marginalizadas de la ciudad. Tuvimos que incorporar en nuestra estrategia de programación virtual oportunidades para que los jóvenes y las familias pudieran tener acceso a zonas wifi, tabletas y otras herramientas tecnológicas para poder participar. Además, tuvimos que obtener recursos adicionales de tecnología y capacitación para procurar que nuestro personal pudiera transmitir y responder a los participantes y compañeros en tiempo real durante la programación. Muchos de nuestros programas anteriores para jóvenes utilizan un enfoque que considera el trauma. El personal notó tempranamente que la construcción de relaciones basadas en confianza con los estudiantes era muy diferente y mucho más lenta a través de Zoom que cuando se pueden establecer en interacciones en persona. Nuestros instructores trasladaron gran parte de su enfoque al trabajo en grupos pequeños para facilitar un desarrollo más auténtico de confianza y compromiso en línea. Finalmente, muchos de nuestros procedimientos y políticas de funcionamiento estándar ya no se ajustaban al marco de la programación en línea. Nuestros equipos trabajaron rápidamente en conjunto para establecer las mejores prácticas a fin de garantizar protocolos de seguridad para estudiantes e instructores, tales como contraseñas para las reuniones en video, aclaratorias sobre las herramientas aprobadas para interactuar con los estudiantes y expectativas sobre cómo hacer seguimiento y evaluar la efectividad del programa.

Mientras el “regreso a clase” se convierte en la prioridad principal de jóvenes y familias, los aprendizajes obtenidos durante el verano, nuestras alianzas con los distritos escolares locales y aliados de programas y las relaciones con las familias serán nuestra guía sobre cómo podemos continuar ayudando a los jóvenes a crear, conectarse y descubrir durante el año.